
Antes nunca había oído hablar sobre Nara. Dicen que la gente bajaba con farolas. Dicen que Nara fue la primera ciudad del Japón, que permanecen los espíritus en las farolas del templo. Mi amigo se fue, sin llegar a ver el musgo en las farolas de piedra. Dicen que hay farolas con dibujos de letras, con palabras de luz que hablan de la tristeza por el amigo que partió antes de la primavera. Cada mañana me levanto pensando en el musgo en la piedra. En la húmeda historia. Esa tristeza. Me levanto y pienso con un café en la mujer azul que la lluvia me oculta y me muestra. Mi cerezo está en flor. Narcisos y orquídeas. Dicen que en Nara el corazón se aquieta, que el miedo se desvanece, que el recuerdo no duele. Dicen que en Nara las piedras son ligeras. Que el alma es de luz y se viste de palabras.
Texto Javier Gutiérrez Palacios
Este texto fue enviado por mi amigo fotógrafo y poeta inspirado en la imagen y poema tomada en el Festival de Arte Japonés y publicado en Flickr. Gracias Javier!
Fotografía: Elena de San Telmo